Extracto del documento "Periodismo Ciudadano, evolución positiva de la comunicación" (2011) de la Fundación Telefónica

Si hay un escenario que ha cambiado con el uso de los dispositivos microelectrónicos y la implantación de la red Internet es el de la comunicación de masas. Si hasta finales del siglo XX podíamos hablar de receptores y emisores de información, estos últimos situados en su mayor parte en grandes conglomerados de empresas comunicación, hoy asistimos a lo que Manuel Castells denomina "autocomunicación de masas", una revolución basada en la cultura participativa y la necesidad primaria de comunicarnos y en la que ciudadanos crean contenidos e informan al resto de ciudadanos, tanto  local como globalmente. Claramente, y lo hemos visto en el apoyo logístico e ideológico que han proporcionado a movilizaciones sociales a lo largo del 2011, estamos ante un desplazamiento de los agentes que atesoraban el poder en el anterior escenario.

Comparto muy brevemente algunos puntos claves del documento de 2011 de la Fundación Telefónica expone en relación al periodismo ciudadano, reparando sobre todo en el uso que de Internet hace el ciudadano con el objeto de generar contenido informativo.

«Los medios digitales, en manos de miles de millones de personas, están cambiando las instituciones y la práctica profesional del periodismo y, por tanto, también la propia naturaleza de la democracia» [Howard Rheingold].

Los blogs y, sobre todo, las herramientas de generación de contenido basadas en software libre son una parte de gran importancia en este camino hacia la consolidación del periodismo ciudadano. Según la Free Software Foundation: «El software libre promueve la libertad de los usuarios para ejecutar, copiar, estudiar y modificar el software y distribuirlo. No se debe confundir con software gratuito, aunque en muchas ocasiones el software libre suele estar disponible sin coste alguno»

«Vivimos en la sociedad del prosumer, o sea, del productor-consumidor de contenidos. El consumidor ya no es un ser pasivo que recibe la información empaquetada por otros. La información ya no circula en paquetes cerrados, sino en unidades abiertas, en flujos que se distribuyen por la Red».

Según Terry Flew, profesor universitario y teórico de la comunicación: «Tres elementos son fundamentales para el surgimientodel periodismo ciudadano y los medios ciudadanos: publicación abierta, la edición en colaboración y el contenido distribuido»
Don Tapscott: «Periódicos, universidades, corporaciones, gobiernos, educación, sistemas de salud, red de energías..., todo está basado en modelos de la era industrial, y están fallando». Las nuevas estructuras han de adaptarse a los nuevos modelos de negocio y, sobre todo, a las nuevas reglas y principios que, según Tapscott, son cinco: «La colaboración, la apertura y transparencia, la interdependencia, compartir la propiedad intelectual y la integridad»
El periodista y profesor Dan Gillmor afirma: «Un ecosistema de medios más diversificado es una cosa buena, especialmente para el público». «El periodismo ciudadano es saludable para los medios». «Complementa, compite y se integra a la prensa y es saludable para el periodismo porque lo mejora». 
En la 12ª edición de Highway África, Dan Gillmor destacaba la importancia que en todo este entramado de la participación tiene la posibilidad de compartir emociones con los demás. «Los avances tecnológicos ayudan activamente a los reporteros aficionados a reunir, informar, analizar y transmitir información. Pero el periodismo ciudadano ha reinventado la difusión de noticias mediante la inyección de sentimientos y emociones en una historia»
«… implícitamente el concepto del periodismo ciudadano es una acusación contra los rituales antidemocráticos de los medios tradicionales y los periodistas. Hay muchos periodistas que se opondrán a la sugerencia de que el periodismo tradicional no es democrático. Pero es exactamente lo que el periodismo ciudadano sugiere. En este sentido, el periodismo ciudadano está centrado en las personas, de manera mayoritaria en las que están en línea, en el movimiento llamado “We the media” (Nosotros el medio)» [Gillmor 2006]
Dan Gillmor: «No estoy a favor de sustituir el periodismo tradicional, porque siento que lo necesitamos. Pero acredito que un ecosistema de medios más diversificado es una cosa buena, especialmente para el público». «Creo que la participación del público es esencial para el futuro del periodismo tradicional en la mayoría de los casos». «Me interesa menos a quién llamamos periodista. Lo que me preocupa es que existan más actos de periodismo».


 Turi Munthe, cofundador de Demotix, afirma en IPI Report, Brave News Worlds: «Periodista ciudadano, en términos generales, significa que cualquiera con una conexión a Internet y un interés por las noticias es parte de la solución, no del problema. Y aunque, por supuesto, solo una pequeña fracción de los internautas participa con noticias reales, su compromiso con la noticia aumenta la conversación, y amplía su alcance»
Brave News Worlds, comenta: «La audiencia ahora nos ofrece modelos profesional-aficionado que eran impensables e inviables hace diez años: ProPublica, para abarcar todos los actos electorales de Iowa en 2008, contó con periodistas ciudadanos, una hazaña que no hubiera sido posible de otro modo»
La democratización y el abaratamiento de las tecnologías han convertido el periodismo ciudadano en una herramienta importante para luchar por la defensa de los derechos humanos
El empresario y CEO de Mahalo, Jason Calacanis señala: «La audiencia aprende, se defiende a sí misma, se entrena a sí misma y muchas empresas periodísticas están buscando la excusa de proteger la audiencia, cuando en realidad lo que quieren es proteger su negocio». «Ese será el futuro, la gente llegando a su propia visión de la verdad»
El teléfono móvil se perfila como un arma ciudadana, sobre todo en los países africanos donde el móvil se ha convertido en la herramienta más económica para bloguear.




Un movimiento circular...


¿Qué tendrán que ver estas imágenes? ¿Cuál podrá ser el nexo que las una? Una invitación a cierta arqueología en la red... si lo seguís, que disfrutéis el camino que lleva de un punto del espacio (que ha dejado hace apenas unos años de ser el futuro) hasta un evento centroeuropeo del pasado

Tachar el objeto que no proceda


Observo a mi hija pequeña hacer una ficha en la que debe tachar el objeto que no comparta el mismo contexto que el resto de objetos del grupo; hay una pelota de playa entre útiles de aseo, una muñeca entre cacharros de cocina y una pizarra escolar colocada junto a elementos del salón.

Intuyo que hay razones pedagógicas que hacen que este tipo de ejercicios potencien aspectos cognitivos del niño; seguro. Pero, mientras la acompaño en su tachar, no puedo evitar pensar si no sería también interesante proponer en esa misma ficha un enunciado diferente; por ejemplo, ¿qué diálogo puede nacer de la relación de un juguete y una herramienta?, ¿cómo convertir un salón en un campo de interacción creativa?, ¿puede ser divertido asearse?

Hoy que tanto se habla de la necesidad de reinventarse, ¿no sería conveniente preparar a los niños para que saltaran por entre disciplinas, que generasen un pensamiento transversal, creativo y transgresor sobre categorías y clasificaciones? Y si, por edad, aún no es esto muy aconsejable; ¿cuándo lo será?

Mientras la frontera entre lo publico y lo privado se difumina; mientras nuestras casas se llenan de sillas de oficina y nuestras oficinas se hacen cómodas como salones; ahora que necesitamos para nuevos y grandes problemas soluciones multidisciplinares y descubrimos que lo que hace buenos nuestros dispositivos electrónicos es devolvernos el valor del juego, más que el de la eficiencia; ahora que las sólidas columnas donde sujetábamos lo aprendido se hunden en las aguas pantanosas de una crisis económica... Mientras todo eso acontece, yo miro confiado como Paula tacha esos objetos, colados por alguna buena persona donde no corresponde.
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